Llegan nuevas elecciones y en una conversación con unos amigos sobre el tema hice el siguiente comentario: “las elecciones separan más que lo que unen”. Hoy dándome una ducha he vuelto a pensar en ello a raíz de que estoy en una lista electoral1 para las municipales. Este artículo está bastante improvisado y lo escribo desde un punto de vista más personal, ya que no tenía pensado escribir sobre esto, pero como pienso que puede añadir algo de valor al debate vamos a ello.
Como ya muchos sabréis, yo a día de hoy me considero defensor del anarcocapitalismo. Para los que no estéis familiarizados con el término os comento rasgos básicos de esta teoría. Los anarcocapitalistas pensamos que el origen de todos los problemas es el Estado, al que hay que derrocar, y hay que instaurar una sociedad basada en la libre cooperación de los individuos en un sistema puramente capitalista, en el que el mercado2 provea a los individuos de todo lo que necesiten o quieran ofertar. Esta descripción que he dado rivaliza con lo propuesto por los primeros teóricos anarquistas, ya que ellos creían que para el derrocamiento del Estado se debería crear una revolución violenta en la que los medios de producción se socialicen. Los anarquistas, recordémoslo, confluyen en muchas ideas a los socialistas3 en excepción al cómo hacerlo (como vemos abajo). El propio Bakunin dice: “Quizá también, al hablar de la libertad como de una cosa que es para ellos muy respetable y muy querida, la comprenden de distinto modo a como nosotros la entendemos, nosotros, materialistas y socialistas revolucionarios . En efecto; no hablan de ella sin añadir inmediatamente otra palabra, la de autoridad, una palabra y una cosa que detestamos de todo corazón.”4 Aquí vemos que tienen muchos aspectos en común a los socialistas al igual que diferencias “insalvables”.
Pues bien, nosotros, los ancaps5 creemos, en la gran mayoría, que la revolución debe de ser pacífica porque: “La anarquía aparecería como una posibilidad muy remota si hubiera de alcanzarse merced a una súbita abolición de cualquier forma de estado. Asimismo, una anarquía que se estableciera por esa vía produciría con toda seguridad resultados decepcionantes. Si el estado desapareciese bruscamente sin que se hubiera producido previamente el desarrollo de organizaciones privadas sustitutivas como las de protección y mediación, probablemente nos enfrentaríamos al caos. Es posible que esas organizaciones terminasen por surgir espontáneamente con el tiempo, pero también lo es que en cuanto el caos se produjera, se alzarían voces clamando por el restablecimiento del estado“6 y cuando el pueblo decida y pase a aceptar este sistema como vigente7.
Muchos me preguntaréis, David, y toda esta chapa, ¿a qué viene? Veréis, ha sido una introducción a mis ideas, el anarcocapitalismo, porque ahora viene lo importante. Visto lo visto alguno vería raro que un anarquista se presentase a listas, pero no pienso yo que sea del todo así. Pienso que los anarquistas originales estaban equivocados en ello, y los socialistas, por el contrario, acertados, ya que para cambiar un modelo tienes que cambiarlo presentándote dispuesto a dar lucha de las ideas (en sentido epistemológico8 y no desde el punto de vista violento que a mi parecer nunca ha llevado a nada bueno ni a ningún avance social9 . Es importante divulgar lo que para mí pienso que son los buenos valores, porque son los que llevarían a la sociedad a alcanzar su punto álgido, por ello escribo aquí y me presento, para intentar aportar mi visión del mundo a la política, en este caso, local (y ayudar a que mis lectores tengan más visiones desde otros puntos de vista). Gracias a la política, los socialistas llamados utópicos por Marx o Bakunin siguen presentes en nuestro sistema (para el mal de la sociedad) y ellos, que creían en una revolución planificada o revolución sin titubeos como los anarquistas, han casi desaparecido.
Esta visión que os he dado es desde el punto de vista del modelo actual, el existente, modelo contra el que estoy firmemente, porque para la democracia tiene que existir la política, que es lucha de poder, mentiras, calumnias, llenarse los bolsillos apoyándose en el populismo y la demagogia, un sistema realmente vacío y fallido.10 Pienso por lo que os comento, que la política únicamente hace retroceder a la sociedad, como vemos actualmente en España, porque se promulgan simplemente políticas y medidas populares para que el pueblo haga su efecto y se puedan mantener en el poder los tiranos. La política es una sucia guerra de ideas y se ve a todos los niveles, si mi oposición dice “x” yo debo hacer “y” por muy buena idea que sea lo que propongan. Es por ello que la política hace que retrocedamos, y hace que retrocedamos humanamente y como sociedad, porque todavía seguimos enfrascados en dicotomías sobre la Guerra Civil11 que, en esencia, fue culpa del Estado, las ideologías y lo que ello promueve, guerras cainitas que solo aprovechan los dirigentes de turno de la parte que haya ganado, ¿o a ti por haber sido un campesino que apoyaba al bando nacional te dieron algo? Te dieron la vida únicamente porque la otra parte es igual de intolerante de lo que tú lo eras y si tú pillabas al rival igualmente lo matabas. La política te impide vivir tranquilo porque la gente por culpa de estar presa de ese dogma no te deja vivir. Mi frase favorita es “vive y deja vivir” y desde que dije que me presentaba parece que mi decisión, con todas las buenas intenciones que yo tengo, porque como veis estoy en contra de todo este modelo, me persiguen, no me dejan pensar libremente, me juzgan por mis ideas, no las aceptan o discuten amistosamente, que me encantaría, sino que la denostan y satanizan. Esto es un atraso total, porque el ser humano ha avanzado gracias al libre intercambio de ideas en todos los planos teóricos que veamos (economía, filosofía, ciencia, física, biología…). Es que no me entra en la cabeza que todavía la gente crea en esa desfachatez, es una tontería todo eso. Como diría Sánchez-Dragó: “Las ideologías son lo contrario a las ideas, hay que tener ideas, las ideas son fruto de la reflexión, del pensamiento, de la cultura, pero las ideologías son como mariposas que se clavan con un alfiler en un cartón y se quedan ahí pegadas para siempre. El ideólogo no piensa, piensa el que tiene ideas, quien tiene ideas no tiene jamás ideología”. A esto añado yo que las ideologías matan, en cambio, las ideas son el abono de nuestra sociedad.
Pensad libremente, votad a quién queráis, tened las ideas que queráis tened, fluid, compartid vuestras ideas con el prójimo, sed libres, en definitiva. En esta vida estamos solo de paso, es ridículo tener que vivir a expensas de la gente, a vivir del qué dirán, a tener miedo de los comentarios de gente que poco te importa. Cuando la sociedad (mayoritariamente, ya que siempre estarán los cazurros de turno) adopte esto avanzaremos realmente. Puede que yo sea idealista porque sea ancap, o puede que sea ancap por idealista, da lo mismo, pero viendo el desarrollo actual de la sociedad lo veo imposible. Intolerancia e ignorancia a partes iguales y gente diciendo tonterías cuando tiene a su entera disposición la mayor fuente de conocimiento jamás existente.
Vivid bien y sed felices, que es lo único que importa, por mi parte me despido, “laissez faire, laissez passer”.
Lo comento porque lo sabe ya hasta mi abuela.
¿Qué es el mercado? ¿Es un ente metafísico que manda en nosotros sin nosotros saberlo? ¿Es un Dios omnipresente? Todo lo contrario, el mercado sí que somos todos, ya que a diario nosotros formamos parte de ese mercado. Nosotros como individuos demandamos x bienes que “el mercado” (es decir, otros individuos) nos provee, al igual que nosotros ofertamos ciertos bienes para que otros individuos que los demanden disfruten de ellos. El mercado es una simbiosis perfecta entre la totalidad de integrantes de la sociedad. Lo que malogra el desarrollo de esta relación, que es idílica por definición, es el Estado.
En la AIT (Primera Internacional) estaban presentes ambas ideas, pero se separaron porque: “La Alianza rechaza toda acción política que no tenga por fin inmediato y directo el triunfo de los trabajadores contra el capital.” Esto son palabras de Bakunin, es decir, tenían diferencias en el cómo hacerlo (los anarquistas criticaban a los socialistas formar partidos, ellos tenían sindicatos) ambos ideólogos hablaban de revolución, mientras que los marxistas veían que la revolución debía ser paso a paso por medio de la creación de partidos y cargándose el sistema burgués desde dentro, (aunque que eso se lo digan a los rusos), los anarquistas pensaban que había que hacerla inmediatamente. Os enlazo este “paper” por si os interesa más el tema diferencias, ya que ahí por lo que he visto a bote pronto se distingue bien Paper marxismo vs anarquismo.
Bakunin, Dios y el Estado p.24. Aquí también notamos las diferencias entre ambas ideologías, ya que los marxistas piensan que primeramente para pasar al estado comunista ideal hay que pasar por un estado que colectivice y socialice todos los medios de producción.
Ancaps=anarcocapitalistas, usaré la abreviatura para ahorrar caracteres, o los “serpientos” en plan hiriente.
Huemer, El problema de la autoridad política p.397.
Huemer al final de su obra El problema de la autoridad política explica cómo se podría llevar a cabo esta traslación de modelo, ejemplos de ello: 1.Delegación de las tareas judiciales; 2.Delegación de las tareas policiales; 3.El fin de los ejércitos permanentes; 4.Abolición del legislativo; 5.Propagación geográfica de la anarquía; 6..Desarrollo de las ideas y la historia.
“Episteme”: conjunto de conocimientos, lógico viene de “logos”: conocimiento, doctrina, razón. O sea, desde el punto de vista de la inteligencia/razón.
El terrorismo es un arma que juega en contra del que la usa, fijaos sino en los atentados en el siglo XIX y XX a políticos españoles cómo acabaron (asesinatos como los de Prim o Cánovas del Castillo). Otros me podrán decir: mira en Rusia, instauraron el socialismo gracias a ello, pero es que el socialismo por su irrealidad y por ir en contra de la naturaleza humana (la imposibilidad de igualar a la gente al mismo nivel) implica siempre que tenga que estar fundamentada por una revolución violenta, sino es imposible que triunfe si no está basado en la coacción (si este tema veo que interesa lo tocaré en otro artículo más detenidamente). Además, como ejemplifica Huemer, Bush salió favorecido de otro atentado, el del 11S “¿Qué consecuencias acarreó al gobierno? Que, en un principio, la valoración del presidente experimentó un instantáneo y vertiginoso empuje que la llevó desde el 55 % hasta el 90 %.” Íbid p.270.
Lo único que tiene bueno la democracia, como le leí a mi amigo
en este artículo Cómo el mundo se hizo rico, Carlos Asensio, (me lo leí en el cercanías de Madrid, lo recuerdo perfectamente) es que cimienta y refuerza las instituciones y pacifica en parte a la sociedad, pero en esencia la democracia es coacción del individuo en pro de la masa.Que son estupideces totales, hay que decirlo, pero como eso conlleva votos por la irracionalidad del votante, esto lo aprovechan los dirigentes echando más leña al fuego para llenar la saca.